
“La seda te transporta a la época gremial, donde las antiguas tejedoras y sus agujas movían, como en un gesto de danza, tejiendo, bailando dedos hasta crear la forma de un tejido sensual, es el hilo de la seda. Te transporta a la época antigua donde las caravanas de camellos recorrían el desierto, transportando telas suntuosas.
La famosa ruta de la seda que desde China llegaba a la ciudad de Petra. Me imagino el silencio del desierto, con pisadas de hombres y animales que surcan los caminos, hasta conseguir la meta deseada. Algo parecido al sufrimiento de la competición de un rally París-Dakar, superando no ser atacados por bandidos, al ritmo lento de sus pensamientos. Descubro que la seda es pura magia, que recorre también la ruta de nuestro cuerpo.
Los cantaores de flamenco llevan siempre un pañuelo de seda en su garganta, ese es su secreto. Es anti-bacteriana, transpirable, termo-reguladora, no se carga de energía estática como los tejidos sintéticos, llenos de chispa artificial y negativa.
La seda es sensual como el baile de los 7 velos danzantes o como los ojos de una mujer envueltos en su bello tejido. Me acuerdo de la ciudad de Petra, petrificada en sus duras montañas de rojo, viendo llegar las sedas finas de Oriente, en un contraste casi divino. Pienso en el caminar del gusano de seda que ha traspasado al camello, para llegar a ninguna parte, quizá a la alegría de vivir sedosamente.”
Tassalli de Rialto.
¿Te atreves a sentir la suavidad y la elegancia de nuestros pañuelos de seda de India?
Para él, para ella.
Feliz día.