
“El sultán está embriagado de un dulce aroma, que se adentraba por las estancias del palacio, finísimas nubes que anillaban el aire con tanta densidad, que todo se dejaba ir como en un cuento fantástico. La bailarina con sutiles movimientos vertío entre sus dedos un trozo de magia, llamado incienso, que dulcificaba sus facciones, creando un tiempo irreal, abocetado y sensual. Sigue leyendo El incienso, la magia de tu ambiente.